Panzín era un muñeco de diario. Usaba zapatillas de nieve, pero había un problema, ¡se le derretían a cada minuto!. ¿Dónde las conseguiría?.
Un día decidió ir a la pileta.
El problema se iba agrandando cada vez más y más porque se mojaba.
¡Pobre!.
Sólo quedaron sus ojos y pedacitos de su cuerpo.
Su hermanita, lo fue pegando.
Pero el problema seguía, él ya estaba vivo, igual no podía hacer nada, entonces su hermanita lo barnizó y lo articuló.
Marisol Guiaz.
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