EL SEÑOR CARRINO:
En un pueblito llamado Cleutópolis, un hombre de gran carisma vivía allí, el señor Carrino. Él era una persona muy feliz, nunca se entristecía.
Hasta que una lluvia de sombreros y viento de tierra lo puso tan triste que su autoestima bajó hasta el fin del universo.
Nadie lo podía alegrar, además no se reía ni siquiera cuando le hacían cosquillas.También llamaron a un psicólogo profesional pero no pasaba nada.
¡Nada lo había lo puesto tan melancólico!Lo llevaron a un doctor, estuvieron horas tratando de encontrar la solución.
Su problema era que no veía el sol y justo en ese momento apareció el astro mayor.
El señor Carrino se puso ¡TAN FELIZ! Pero ¡TAN FELIZ! Que su felicidad no se alcanzaba ni con cien escaleras.
ROBERTINO BETTIOL
ROBERTINO BETTIOL
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